136 años de historia
El diseño y la construcción de la plaza de toros de Valladolid fue un encargo de una sociedad de comerciantes y aficionados al arquitecto Teodosio Torres entre 1.888 y 1.890. En su arquitectura encontramos una mezcla de los estilos románico y neomudéjar, los cuales reflejan el carácter castellano, regio, sobrio y elegante.
La plaza de toros fue construida sobre ladrillo, piedra, hierro y madera. Su fachada conforma un muro de perimetral de ladrillo visto con arcos de medio punto en puertas y ventanas que conforman un polígono de 50 lados.
En la explanada exterior podemos observar dos conjuntos escultóricos: el matador de toros vallisoletano Fernando Domínguez, y el segundo, Carmen Rabanal Tablada es un conjunto titulado “Arco de Toros”.
Aforo de 10.613
El ruedo mide 50 metros de diámetro y su callejón 2 metros de ancho. La zona de los tendidos está compuesta por 15 filas. La segunda altura, son las gradas bajas, compuestas por 5 filas de asientos. La última estancia para público, son las gradas altas y palcos en las que apreciamos el remate de la plaza con cresterías de arcos de medio punto. En esta última zona está ubicado el palco presidencial.
Su inauguración fue el 20 de septiembre de 1.890 con toros de la ganadería de Marqués de Saltillo lidiados por “Lagartijo”, “El Espartero” y Guerrita.
El aforo real de la plaza de toros es de 10.613 localidades, antes de la última reforma contaba con una capacidad para 11.542 espectadores.
La plaza de toros es de segunda categoría según la antigüedad, tradición, tamaño y números de festejos anuales. Desde 1.956 es propiedad del empresario Emilio Ortuño “Jumillano”, cuya familia en dicho año compró la Sociedad Taurina de Valladolid. La plaza de toros actualmente es gestionada por la empresa Tauroemoción SL.